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LA FP DUAL

Desde que en 2012 se establecieron las bases de la Formación Profesional Dual, por los complejos industriales de Repsol han pasado ya 400 alumnos de los ciclos formativos de grado superior. «Hay dos aspectos que consideramos clave para el éxito y la calidad de este programa: por un parte, una estrecha colaboración y diálogo con el instituto y la administración educativa, para una efectiva planificación y una adecuada orientación del alumno durante su estancia en la empresa. En segunda lugar, la dedicación de tutores e instructores de Repsol.

Cada uno de ellos prepara un plan de aprendizaje y realiza un seguimiento y evaluación de los alumnos en prácticas, en coordinación con el instituto, con vistas a conseguir que la experiencia en un entorno de trabajo real ayude a los alumnos en sus objetivos», explica Salvador Lorenzo, gerente de integración profesional de Repsol y vocal de la Comisión de Formación de la Cámara de España. «Existe un gran desajuste entre la formación y el mercado laboral, lo que conlleva un nivel de sobrecualificación elevado, sin embargo en la FP hay talento y preparación. La gente joven necesita una orientación y tiene que ver en la Formación Profesional no el techo de su preparación, sino un comienzo que la permite acercarse al mundo del empleo de manera inmediata», advierte Lorenzo. La media de inserción laboral de los alumnos de la energética es del 40% y en algunos complejos del 100%.
 
En la Formación Profesional todavía quedan muchos estigmas por superar, como considerarla la alternativa de los malos estudiantes. «La FP es una herramienta para tener a personas formadas y conseguir frenar el abandono escolar», opina Domingo Antonio Rodríguez, subdirector general de ordenación e innovación de la Formación Profesional del Ministerio de Educación y FP. «Los datos de inserción laboral de la Dual son muy buenos y en ocasiones superan a los de la Universidad», añade Marcel Jansen. Quedan retos por delante y entre ellos, señalan los expertos, establecer un marco regulador común que dé coherencia a esta modalidad de estudios. «Tenemos que aprender de otros países y evitar una excesiva fragmentación garantizando ciclos formativos comparables entre todas las administraciones. Tenemos un sistema inconexo», sostiene Jansen. Una regulación global que el Gobierno anunció que presentaría antes de concluir 2018. Otro reto: que las pequeñas y medianas empresas se sumen también al carro de este tipo de formación.